Libracos: Maxi Martina

Marcos Gabarain
5 min readMar 29, 2022

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Comenzó como un ciclo audiovisual, y terminó siendo editado como un libro de entrevistas. Vinílico es obra del periodista Maxi Martina, quien se encargó de conectar artistas con el formato físico de los discos que marcaron sus vidas.

El Libro

El marco de Vinílico es único: la audioteca de la Biblioteca Nacional, que atesora miles de primeras ediciones y gemas raras de la música argentina y mundial. Los personajes que pasaron por ahí a seleccionar discos, relatar historias y escuchar canciones vivieron emociones muy altas, y el line up es de lujo: Ricardo Mollo, Walas, Lula Bertoldi, Fito Páez, Juanse, Chango Spasiuk, etc. El ciclo fue producido por Vorterix, y posteriormente se editó en formato libro por Piloto de Tormenta.

La Entrevista

-¿Por qué crees en la magia del formato físico de la música?-

-Siento que, frente a un vinilo, uno está lo más cerca posible del artista al que quiere escuchar. Mi experiencia dice que, escuchando un disco de Almendra de época, estás más cerca de Spinetta que escuchándolo en otros dispositivos. Uno puede tener la misma edad de la obra a veces. Y a la vez, mi sensación es que el artista logra plasmar en el vinilo la versión más cercana de su música a como él la crea.-

«El vinilo logra conservar las cualidades musicales, los timbres y las texturas más cercanas a ese momento en el que el artista logra el momento sublime, que es la masterización del disco», afirma el periodista de Cheque En Blanco.

-Contame la gestación del proyecto audiovisual, en primer instancia, y cómo llegó la idea de llevarlas al papel-

-En el año del bicentenario, como parte de los festejos, se decide trabajar sobre una partitura hallada en la audioteca Cuchi Leguizamón, una versión del himno nacional muy antigua y completa. Yo voy a hacer un informe para la radio en la que trabajaba en ese momento y me cuentan que la partitura la encuentran «donde están los vinilos» y yo digo ¿Cómo que hay un archivo de vinilos? entonces le pido conocer el lugar. Entramos y subimos al reservorio, se prenden las luces y veo 15 estanterías llenas de vinilos, más un archivo de cd’s y partituras. A partir de eso es que digo: «acá hay que hacer algo». Surge Vinilico casi 5,6 años después, porque en ese momento estaban catalogando todo lo que había ahí. Invitamos a 15 músicos a seleccionar discos de la audioteca y charlamos en la Sala Borges con esos discos como disparadores.-

«Con el tiempo, un amigo, viendo un show de Él Mató, me dice ‘con esas entrevistas tenés un libro’. Él me prendió esa idea de que Vinílico se convirtiera en libro, y empezamos a trabajar con el contenido completo. El libro tiene la edición completa de las entrevistas, que por cuestiones obvias fueron recortadas para la versión audiovisual».

-¿Cuál era tu momento favorito de la charla? me imagino que cuando presentabas la dicotomía entre un disco y otro a la persona entrevistada-

-En un momento hacía ese juego con cierta maldad, y era más divertido. Igual, el momento de compartir y escuchar música con estos invitados ya es muy personal. Siempre hubo un momento en cada entrevista en el que el silencio que se hacía en la sala, cuando el invitado estaba contando una historia, llegaba a un lugar. Mi idea con este ciclo es que la música tiene un poder que muy pocos elementos del arte tienen, que es el de calar muy hondo en situaciones que te marcaron y las vinculas con la música.-

«El momento en el que Lula cuenta su historia con los Hanson, o la anécdota del Ñandú en ácido de Vitico fueron increíbles. Pero creo que lo más intenso que se vivió en todo el ciclo fue un testimonio muy íntimo de Corvata Corvalán. Contó algo de cómo él llegó al mundo, y creo que yo ya no estaba en un rol de entrevistador, sino que era parte de los que lo estaban abrazando. Llegamos a ese lugar gracias a la música, porque él estaba hablando de un disco que tocaba con una guitarra que se había ganado en el colegio. «

-¿Podrá repetirse el formato en el futuro?-

-Es algo que me pregunto muy seguido. El ciclo fue parte de una concepción de la Biblioteca Nacional que tuvo Horacio González. Después de él, la conducción tuvo otra idea de cómo manejar las puertas de un claustro. Vinilico tiene cierto peso por la presencialidad, por la posibilidad de que la gente pueda estar presente para disfrutarlo, y venimos de unos años sin presencialidad. Habrá que tener paciencia.-

-¿A quienes te gustaría entrevistar que no pudiste hacerlo en su momento?-

-Tengo una autocrítica que hago sobre mi trabajo en Vinilico, como editor, y es que en ese momento el rock no había sido atravesado en ese momento por el feminismo. Entonces, creo que el ciclo tiene ese reflejo. Como yo digo en el prólogo del libro, es algo que mostró de muy buena manera cómo somos y cómo son los invitados. Al fin y al cabo, sirve para mostrar que de ahí en adelante algo cambió en el rock.-

«Me hubiese haberlo hecho con Cerati, con Spinetta. Hubo un intento de hacerlo con Charly, pero no hubo posibilidad aunque se buscaron formas. Y obviamente me encantaría poder hacerlo con artistas que abran todavía el abanico del rock, que esa fue la intención de la tercera temporada. Expandir el universo de artistas. Hay un montón de músicos y músicas con quien me encantaría vivir ese momento.»

-¿Te gustaría encarar un libro sobre algún artista, momento histórico o género en especial?-

-Tengo una idea, con la que estoy dando vueltas, que surgió a raíz de un regalo de cumpleaños que mi compañera Lina me dio. Me regaló un juego de marcadores, con los que empecé a hacer dibujos, bastante básicos, pero a partir de eso tengo ganas de trabajar en algo orientado a chicos. Es una idea que tiene la intención de ser editada pero todavía no está hecha. –

Cierre

Siendo una aventura nueva en su carrera profesional, Martina reflexiona: «Toda la experiencia que tuve a la hora de sacar el libro de Vinílico, el primero que hice, me encantaría que se repita porque es algo que no había vivido nunca. Escribir el libro me gustó mucho. Tuve una rutina de sentarme durante casi un año y medio en el bar enfrente de donde yo trabajo. Iba todos los días a las nueve y media de la mañana a escribir y trabajar sobre eso. «

Tanto el trabajo audiovisual como su edición escrita no tienen desperdicio. Conectan con la audiencia y lxs lectores de forma inmediata, poniendo esa experiencia tan propia de cada persona a la luz y mostrando una equidad emocional que sólo brinda la música, como bien dice Maxi Martina.

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Marcos Gabarain

Periodista, Productor, Conductor de radio, Podcaster, Músico y Musicalizador